La propagación del peligroso y mortal hongo Candida auris en Estados Unidos ha generado una creciente preocupación entre los ciudadanos y profesionales de la salud.
Según un estudio publicado en Annals of Internal Medicine, este hongo altamente contagioso y potencialmente letal ya ha llegado a más de la mitad de los 50 estados norteamericanos.
Identificado como una “grave amenaza para la salud mundial” por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El hongo Candida auris tiene su origen en Japón y se ha expandido a nivel mundial desde 2009.
Su rápida propagación podría estar relacionada con las dificultades en el sistema sanitario provocadas por la pandemia de COVID-19, como la escasez de personal sanitario y el uso excesivo de medicamentos antimicrobianos.
El Candida auris infecta a seres humanos y se propaga a través de la sangre hacia órganos principales.
Es especialmente mortal para personas inmunodeprimidas o que reciben tratamientos invasivos para otras enfermedades.
Casi la mitad de los infectados mueren en 90 días, lo que ha generado un estado de alerta máxima en la comunidad.
Para prevenir la propagación del hongo mortal, es crucial adoptar medidas rigurosas de higiene y protección en hospitales y centros de salud.
Estas incluyen lavarse las manos con frecuencia y usar desinfectantes a base de alcohol, limpiar y desinfectar regularmente las superficies y equipos médicos.
Utilice equipo de protección personal (guantes, batas, etc.) al cuidar a pacientes con infecciones conocidas o sospechosas de Candida auris.
El diagnóstico de la infección por Candida auris se realiza mediante análisis de laboratorio y se propaga de persona a persona o por contacto con objetos o equipos contaminados.
Es fundamental mantenerse informado sobre los últimos avances en tratamientos y métodos de prevención para combatir la propagación de este hongo.
Tratamiento
El tratamiento de las infecciones por Candida auris puede ser complicado debido a la resistencia del hongo a muchos antifúngicos convencionales.
Los médicos suelen recurrir a medicamentos antifúngicos de la clase de los equinocandinos, como anidulafungina, micafungina o caspofungina, aunque en algunos casos, el hongo también puede ser resistente a estos fármacos.
El tratamiento debe ser individualizado y ajustado según la gravedad de la infección y la respuesta del paciente.
Síntomas
Los síntomas de una infección por Candida auris pueden variar según la parte del cuerpo afectada.
En el caso de una candidiasis invasiva, donde el hongo infecta el torrente sanguíneo, el sistema nervioso central y los órganos internos, los síntomas más comunes incluyen fiebre y escalofríos que no mejoran después del tratamiento con antibióticos, dolor o sensibilidad en el área afectada, y signos y síntomas de infección en una herida quirúrgica, si el hongo invade una herida.