miércoles 27 de noviembre de 2024

Colombia | 25 nov 2024

Relato de inseguridad en Bogotá

Madre denuncia pesadilla vivida por su hijo en TransMilenio: Robado y Drogrado con Escopolamina

Un sábado aterrador: Revelan cómo un joven fue víctima de un robo y posible envenenamiento en el transporte público de Bogotá, encendiendo las alarmas sobre la inseguridad en la capital.


La inseguridad en Bogotá sigue cobrando víctimas, esta vez con un caso que ha sacudido las redes sociales. Carol (@caritolm2000), una madre bogotana, compartió en un hilo de X (antes Twitter) la angustiosa experiencia que vivió cuando su hijo, Juan, fue hallado desorientado, robado y posiblemente drogado con escopolamina tras utilizar el sistema de transporte público TransMilenio.

Hace ocho días, Carol recibió una llamada inesperada que cambiaría su vida: "¿Usted es la mamá de Juan? Aquí se lo paso". Del otro lado, una voz irreconocible y confusa pertenecía a su hijo, quien había salido la noche anterior con un amigo a la Zona Rosa de Bogotá. Esa salida terminó en una peligrosa trampa.

Una mujer identificada como Martha Vargas, quien encontró a Juan inconsciente en la estación Ricaurte, tomó acción inmediata. Usando técnicas que, según Carol, fueron "providenciales", logró despertar al joven lo suficiente como para dejarlo bajo el cuidado del patrullero Andrés Rojas. Cuando Carol llegó a la estación, encontró a su hijo en un estado que describe como aterrador: desorientado, balbuceando y sin fuerzas para caminar.

Tras horas de descanso en casa, Juan logró contar lo poco que recordaba. Según relató, él y su amigo fueron abordados por un grupo cerca de un conocido bar, donde les ofrecieron cigarrillos y cervezas. Todo se tornó borroso después del primer sorbo. Al despertar, Juan había sido despojado de sus pertenencias, incluida su ropa, y dejado a su suerte en TransMilenio. Su amigo, en circunstancias similares, fue encontrado en el Terminal de Transporte El Salitre.

Carol sospecha que el uso de escopolamina, conocida como “burundanga”, fue clave en el ataque. Esta sustancia, tristemente célebre en casos de delitos urbanos, tiene efectos desinhibidores y puede ser letal incluso en pequeñas dosis. "Mi hijo pudo morir atropellado o en medio de la vía", lamentó.

Aunque Juan ha mostrado señales de recuperación física, las secuelas emocionales persisten: sentimientos de miedo, tristeza y vulnerabilidad lo acompañan desde aquella noche. Su madre, por su parte, ha reflexionado sobre la inseguridad en Bogotá y la necesidad de generar conciencia sobre los riesgos latentes en lugares públicos.

Este caso ha despertado indignación entre los usuarios de redes sociales, donde decenas de personas han compartido historias similares. Mientras tanto, el relato de Carol se suma a la creciente presión hacia las autoridades locales para fortalecer la seguridad en el transporte público y combatir el uso de sustancias químicas en delitos.

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